Por: Sandra Luz Galaz
No hace mucho tiempo, la voz de una grande de la música folclórica Argentina tocó el corazón de la pequeña Coli, una niña oaxaqueña que a sus tres años quedó deslumbrada con la fuerza de Mercedes Sosa. Quedó marcada para siempre con “Gracias a la vida” ahora, a la vuelta de los años es Coyo Licatzin, una joven mujer que también aprovecha su voz, para hacer arte y hacer conciencia a través de mensajes como en su composición “Llueve sangre en la ciudad”.
Esta joven cantautora platica con Sun Magazine Arizona sobre su filosofía de vida, desde su hogar provisional en Jalapa, Veracruz, México. Hace una pausa en sus clases del centro de estudios de jazz en la Universidad de Veracruz, suficiente para develar de dónde nacen las letras de sus canciones y cómo nutre la fuerza de su voz:
“En el plano emocional vengo de una familia donde prevalece la influencia femenina y tengo ejemplo de mujeres muy tremendas como mi mamá y mi abuela materna, eso me motiva a ser fuerte”, destacó con orgullo.
Y a esto suma el legado de sus padres, de estar siempre pendiente de las relaciones humanas, del contexto social, de su realidad como mujer, indígena, ser humano y todo eso la motiva.
Los amigos y su familia la siguen llamando “Coli” y, aunque confiesa que empezó en la música con clases de flauta transversa, ahora suma su voz y sus letras al proyecto personal que defiende en el movimiento del jazz mexicano.
Coyolicatzin es una de las invitadas especiales para participar en nuestras redes sociales, en los momentos de reflexión en torno a la violencia en contra de las mujeres. ¿Por qué? Porque en menos de cuatro minutos, es capaz de compartir su impotencia, preocupación y molestia ante fenómenos sociales como la violencia y el feminicidio, en su tema titulado: “Llueve sangre en la ciudad.”
“La escribí en un momento en el que estaba entendiendo la cuestión de la violencia y feminicidios en el mundo y en mi comunidad, el Istmo de Oaxaca en México… y es una canción que me ha regalado cosas muy buenas y otras muy fuertes que marcan mi vida y me dan la oportunidad de entender para quién compongo y para quién canto”.
Y además nos invita a enamorarnos, como ella, de la música que asegura, es importante para generar empatía entre los seres humanos y para relacionarnos con amor y respeto.
“A través de la música puede uno expresar necesidades, contar historias, compartir sentimientos y generar experiencias y, eso me parece maravilloso y poderoso aunque, implica compromisos, hay que ser conscientes y muy responsables… congruentes con lo que creen .
Recientemente Coyo ha firmado con una casa productora independiente, lo que la hace feliz, ya que coincide con hombres y mujeres talentosos que comparten el sueño de todo artista: poder vivir de su arte, cantar en muchos lugares.
Conocimos a Coyo en las redes sociales y ya le han dedicado comentarios en los que destacan la fuerza de su voz y la profundidad de sus letras, nosotros agregamos que se trata de una mujer auténtica y a su corta edad, muy madura.
A reserva de escucharla en un concierto, algún día en estas tierras de Arizona y Sonora, Coli se refiere a las y los lectores de Sun Magazine:
“Los mexicanos tenemos una fuerza muy peculiar, que se reconoce a nivel mundial y, prácticamente, podemos hacer hogar en cualquier parte y hermanarnos con nuestros elementos… Vale la pena hacerlo, esforzarse por no perder nuestra identidad…. A nuestros paisanos que viven su historia y sus nostalgias en Arizona, les digo que las abracen, porque es lo que da fuerza y hacen que tenga sentido la palabra patria…
¡Solo tiene 21 años! Y le fascina escuchar salsa, bolero a Caetano Veloso o Jorge Negrete, pero también a Naty Peluso o Rosalía, porque la música -cantar es su vida-, y además, escribe sobre amor y desamor; lo que le preocupa y le llena el alma… y así, con ese ímpetu es que reflexiona:
“El arte es parte importante de nuestras vidas… El arte salva en todas sus expresiones… Hay arte que está hecho para cada público y vale la pena darle la oportunidad a redescubrirlo y a conocer otras cosas, estar abierto a ver más, escuchar más y no cerrarnos… Esta época ( la pandemia) nos permite hacerlo. Refúgiense en el arte, en la música, escuchen de todo, pero escuche de verdad, piensen y después podrán decir lo que mejor les parezca y les llene más el alma”.