septiembre 12, 2024

El mejor regalo: la educación

Por: Liliana Quijano 

Por supuesto que tengo claro que la educación es un derecho de toda persona, pero también, tengo por cierto, que no todos tienen acceso a ella como debiera ser, sobre todo, las mujeres, así que, aunque voy a referirme a mis congéneres, este texto es para todos, los que son padres, hermanos, tíos, amigos, parejas, hijos o compañeros de mujeres, a las que desean ver volar, a las que desean ver triunfar y sobre todo, llenarse de saberes.

Se ha malbaratado tanto la educación, para ser exactos, la universitaria, que bajo la premisa de que “los de 10 fracasan”, “aunque tengas doctorado acabas en un oficio”, y demás frases que nos bombardean diario; muchas deciden abandonar sus sueños de ser profesionistas y obtener un título universitario, aquí, muchas mujeres se sienten obligadas a abandonar el barco, las que son madres solteras, o madres con pareja, que prefieren dar la oportunidad de estudiar al padre del hijo, hijas que de pronto son el sustento del hogar y una infinidad de motivos, que no nos alcanzarían mil hojas, para acabar de nombrar.

Ante todo esto, en la mayoría de los países, se abren programas que apoyan a las mujeres para que continúen con esta meta, y aún así, entre el miedo y el conformismo, se tejen excusas que alejan una vez más a las mujeres de la universidad. Claro que no es justo, cuando digo que es un regalo, no hablo de un obsequio de otros a una, me refiero a un regalo de uno misma a uno misma, un regalo histórico que ha costado sangre, muertes, sacrificios y tantos siglos, para que podamos tener hoy el poder de elegir el estudio como un camino.

Estudiar es la mejor arma contra el mundo, estudiar libera, abre la mente, nos da la oportunidad de mejores empleos, de obtener becas para continuar estudiando en otras partes del mundo, vaya, el estudio es la llave a la vida que deseamos y nos han querido convencer de que no es posible. Recordemos que antes las mujeres no podían acceder al estudio, que el sólo hecho de leer y escribir era considerado causa de juicios que llegaban a terminar con la vida de nuestras ancestros. 

Rompan el ciclo, si tu madre y tu abuela no tuvieron la oportunidad de hacerlo, seguramente desean que tú lo hagas, que los oficios no son malos, claro que no, que hay más de una historia de éxito, es cierto, pero el costo es tres veces más, que teniendo un título universitario, no claudiquemos compañeras, estudiar a veces, para algunas significa sacrificio, lo viví en carne propia, sacando una carrera con mención honorífica, becada, mientras aprendía a ser madre, pero hoy, les prometo que ha valido la pena. Dense uno de los mejores regalos que puedan darse y estudien una carrera universitaria, les aseguro que luego querrán más, porque el apetito de aprender, no sabe, y no se debe, saciar nunca. 

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