Por: Marco Luis Patiño
Ser, sentirse y actuar día a día como una mujer, más allá de la genitalidad, es lo que identifica y dignifica a las chicas transgénero.
“Yo no elegí ser mujer de la noche a la mañana, sino que desde chiquita tuve el sentimiento de serlo porque me sentía una niña atrapada en el cuerpo equivocado”, narra Kassandra Yotzajany Guazo, activista coordinadora del Centro de Apoyo a las Identidades Trans A.C. , con sede en la Ciudad de México.
Una persona se considera transgénero cuando se le asigna un sexo determinado por sus genitales, pero que siente y se comporta del sexo contrario; en el caso de las mujeres transgénero, son personas a las que se le asignó el sexo masculino y tiene un sentido femenino de sí misma.
En la actualidad se ha avanzado considerablemente para reconocer y dignificar a estas mujeres, pero según nuestra entrevistada la sociedad aún tiene una deuda histórica porque se les relega y se les regatean los derechos más fundamentales.
Guazo apunta que vivir como mujer transgénero puede ser tan o más peligroso que ser mujeres cis, es decir, aquellas que sienten, viven y asumen al sexo asignado por su genitalidad; ya que en ambos casos el machismo y la misoginia las convierte en sujetos bajo riesgo de ser violentadas e incluso asesinadas.
– Te voy a preguntar desde la ignorancia y la insensibilidad que prevalece en la sociedad ¿Por qué una persona que nace con pene querría ser mujer?
Es una pregunta que no se debería de hacer, pero te voy a contestar. No es algo que nosotras podamos elegir porque ya lo traes desde adentro, de lo que tú sientes como persona. Una genitalidad no va a hacer que seas menos o más mujer. El ser mujer conlleva a muchísimas cosas porque es el ser, sentirte y actuar día a día como una mujer. Bajo la norma y los estereotipos de entonces de los 80, tú tienes que regirte a esas normas de tener como la apariencia y todo ese constructo, desde ahí es como la mayoría de las compañeras o mujeres trans no elegimos, sino que nacimos con ese sentimiento y con ese ser dentro de ti.
– Cuéntame de tus sensaciones tempranas ¿Qué sentimientos y emociones tenías al verte con un cuerpo de niño y querías ser niña?
Es muy complicado porque hay una ignorancia tanto social como en lo individual sobre este tipo de situaciones porque de la época de la que vengo no se hablaba de transexualidad, transgeneridad, ni de lo trans; se hablaba nada más de la homosexualidad y travestismo. Entonces yo empecé a entender que era mujer trans hasta los 30 años.
-¿Pero qué sentías durante tu época de infancia?
El querer ser niña me complicó las cosas con mi propia familia porque actuaba como una niña, quería ser como mis primas, quería ser como las niñas de la escuela y fui muy violentada desde la propia familia por no ser una persona, según ellos, “normal”. Sí viví una violencia muy fuerte desde el núcleo familiar por no acatar las normas que ellos tenían de que: si eres niño tienes que actuar como niño, y sufría mucho porque yo quería ser como una niña, bailar con vestidos; de hecho mi mamá una vez me encontró con una sábana envuelta y sus zapatillas, me golpeó y como ese tipo de cosas.
-Pero esa represión tanto familiar como social no impedía que te sintieras niña, como en la película *La vida en rosa, donde el niño protagonista vive la fantasía de ser princesa y tener una vida como niña, a pesar de que le estaban marque y marque que se comportara en correspondencia a sus genitales.
Pues no. Yo traté de vivir como quería a pesar de las represiones y no era una fantasía, sino que realmente viene desde el sentimiento del ser , de sentirte como realmente tu quieres ser. A pesar de la violencia que pueda ver en la sociedad, luchas para construirte como la mujer que quieres ser y no regirte bajo la heteronorma que te quieren imponer. No sé si desde las mujeres trans se pueda decir que saliste del clóset, pero yo empecé mi transición a los 15 años y a mostrarme como realmente quería ser. Fui pasando situaciones difíciles para llegar a ser la mujer empoderada que soy ahora.
Lo trans es una palabra que empodera y te da fuerza para seguir en una lucha.
Kassandra Guazo, Centro de Apoyo a las Identidades Trans A.C.
-¿Tu proceso que tan espinoso fue?
Muy difícil porque en los 90 todavía existía mucha discriminación, segregación hacia las personas LGBT y más para las mujeres trans. Yo llegué a ejercer el trabajo sexual siendo una mujer trans porque a mi me negaron el acceso a un trabajo “digno” desde lo social, porque para la sociedad hetero normativa ser trabajadora sexual es lo peor que pueda haber. Pero gracias a ello, yo empecé a aprender y a empoderarme , a construirme, como la mujer pensante que es ahora Kassandra. Llegó una organización de la social civil para apoyarme en ese proceso, el cual no tuve desde mis inicios. Apoyarme a entender que era realmente Kassandra. Empecé a leer, a conocer varias historias de mis compañeras y todo eso ha hecho que tenga un crecimiento educacional, mental y de lucha social. Lo trans es una palabra que empodera y que te da fuerza para seguir en una lucha, apoyar a las compañeras, agarrarnos de la mano y decir: Ya basta de violencia hacia nosotras. Somos mujeres y merecemos respeto.
-¿En resumen dirías que ser mujer es un sentimiento, una sensación, una actitud ante la vida, que sale del alma, del propio ser?
Sí, porque no es que de la noche a la mañana nos hayamos levantado queriendo ser mujer. Es un sentimiento que tienes desde tu uso de razón, desde que lo sientes quieres ser esa mujer que ves en un cuerpo equivocado. Es un sentir, un actuar y un pensar. Y un vivir porque vivimos como las mujeres que queremos ser, con toda las violencias patriarcales que existen. Somos las mujeres más violentadas porque transgredimos esa norma (heteropatriarcal) muy fuertemente.
-¿Que deudas tiene la sociedad con las mujeres transgénero ?
Una deuda histórica porque no ha habido hasta la fecha derechos fundamentales para nosotras como el acceso a un trabajo digno, acceso a una salud digna, acceso a una justicia digna. Esas deudas tiene el resto de la sociedad con nosotras. Todas las (trans) violentadas y asesinadas merecían ser respetadas y dignificadas como mujeres, y eso no lo hizo la sociedad ni las propias familias en algunos casos. Desde el gobierno hasta la propia sociedad, que se respeten nuestros derechos porque somos seres humanos pensantes y sintientes, y es algo que nos quedarán debiendo por muchísimo más tiempo.
-¿Reconoces avances en la actualidad?
Si, como la identidad de género, que ya hay chicas que estudian en la universidad y prepa como mujeres, hay avances significativos pero nos falta muchísimo.
Nota: Sitios en red del Centro de Apoyo a las Identidades Trans A.C.: https://centroapoyoidentidadestrans.blogspot.com/ y https://www.facebook.com/CentroApoyoIdentidadesTrans