octubre 15, 2024

VIH/SIDA: Una pandemia latente y aún mortal

Por: Marco Luis Patiño

La pandemia del VIH/SIDA sigue más que vigente y a 40 años de ser declarada como un problema mundial de salud, ha cobrado la vida de 40 millones de personas.

Ante el enfoque de la ciencia médica y todos los recursos económicos de los países para resolver la pandemia actual por Covid 19, las personas con VIH/SIDA que no están en tratamiento antirretroviral siguen y seguirán muriendo.

“¿Cuándo vamos a dejar de tener casos de VIH? Mi respuesta es: cuando tengamos una educación sexual, cuando deje de haber Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), en ese paquete va a desaparecer el VIH”, asegura Luis Manuel Arellano, activista en la lucha contra el VIH /SIDA en México durante más de 20 años y por hoy Coordinador de Enlace Comunitario de la Clínica Especializada Condesa de la Ciudad de México.

Arellano es un dedicado analista del tema y ha observado el comportamiento de la pandemia durante todos sus años de experiencia, así que le solicitamos nos compartiera sus percepciones y puntos de vista.

¿Sigue siendo una pandemia latente?

Mi lectura de tantos años en este seguimiento, de este análisis, me hace percibir que a nivel mundial va a ser muy complicado que la epidemia se reduzca (…) En nuestro país no terminamos de controlar la infección entre mexicanas y mexicanos, y ya están llegando nuevas expresiones a través de la migración, donde el componente centroamericano es muy importante, y eso nos está diciendo que la epidemia viene con otra presentación.

Y un dato más es que, la epidemia no ha dejado de ser notificada en una tercera parte de la población de manera tardía; diagnosticamos casos de personas que tienen una infección reciente y diagnosticamos casos de personas con varios años de infección que llegan con un sistema inmunológico muy deteriorado y que muchas de ellas mueren porque el sistema de salud no tiene capacidad para recibir y hospitalizar a quienes necesiten este servicio.

No podemos hablar de una epidemia controlada, con la idea de que va disminuir y desaparecer cuando hay elementos que plantean su vitalidad: por un lado, falta de seguimiento y de diagnóstico en grandes países que no reconocen la epidemia o no quieren hablar de ella; en poblaciones móviles o migrantes, y en poblaciones sin acceso a servicios, sin trabajo o que son discriminadas por elementos raciales, sociales, culturales, y personas que no tuvieron percepción de riesgo y que llegaron tarde al diagnóstico.

Si a lo anterior le agregamos que no hay dinero, que siempre ha faltado el presupuesto y que las grandes aportaciones se las llevan burócratas del SIDA, tanto en Naciones Unidas como en otros ámbitos, entonces te estoy pintando un escenario bastante dramático; y a tu pregunta inicial, no podemos dejar de decir que hay una epidemia que es pandemia mundial de SIDA porque realmente está sucediendo.

Y las campañas de contención y prevención ¿qué tan efectivas han sido?

El problema no es que no sepamos cómo evitar la transmisión del VIH porque lo sabemos desde el principio de la epidemia, desde mediados de los 80 sabíamos cómo evitar la transmisión, que es inicialmente con los métodos de barrera usando condón lubricado (…) Cuando llegan los antirretrovirales, los últimos años de los 90, unos años después se observa que cuando la persona controla la infección en su organismo y la llamamos Carga Viral indetectable, además de evitar la actividad del virus, rompe la cadena de transmisión si la persona que está en tratamiento se encuentra en ese estatus. Después, la industria ( farmacéutica) logró meter el tema de que se podían usar antirretrovirales para tomarlos como profilaxis en personas negativas al VIH y está demostrado que también es efectivo (…)  

La verdad es que pensando en México, la población no usa condón, no sólo los homosexuales, tampoco los hombres heterosexuales usan condón, no tienen VIH porque casi no hay casos en esa población y porque se han concentrado en la población homosexual, pero si hay otras ITS que el hombre le transmite a la mujer, particularmente sífilis que a su vez se transmite perinatalmente, Virus del Papiloma Humano, gonorreas, herpes, hepatitis C y clamidias, entre otras infecciones.

¿Por qué con la pandemia de la Covid hubo una respuesta inmediata tanto que ya hay vacunas  y con el VIH se han tardado tanto?

Yo creo que son dos momentos diferentes y dos epidemias muy contrastantes, y dos virus muy diferentes. El VIH no es una epidemia generalizada, está concentrada en la mayoría de los países del planeta en población homosexual, y aunque la población heterosexual también es mayoría, esta está concentrada en África. En los países que determinan el ritmo de las decisiones sanitarias mundiales, el VIH nunca puso en riesgo a toda la población y la Covid 19 sí. 

Lo que el VIH planteó fue un asunto de salud sexual en una población muy específica y la Covid nos planteó otra  alerta, una alerta económica, una recesión mundial económica y financiera. Llevamos un poquito más de 5 millones de personas fallecidas por Covid en un año y medio, pero por la evolución de la respuesta de la ciencia médica, ya empiezan a disminuir.

En los 40 años de epidemia de SIDA han fallecido casi 40 millones de personas. La epidemia de SIDA es más mortal, pero a nivel de afectación económica, la epidemia de Covid fue más devastadora, generando desempleos y afectando el tratamiento de otras enfermedades y de otras urgencias médicas.

Había un compromiso de naciones a nivel mundial que para el 2020 ya estaría controlada la pandemia por VIH/SIDA

Son compromisos justamente del Onusida. Le llamaron compromisos o metas cuando querían que desapareciera esto en el 2020 o que se redujera dramáticamente, fueron las metas del milenio. Se pensaba que en 2015 se iba a reducir de manera dramática porque se plantearon acciones mundiales  y otra vez la burocracia de Onusida las plantea desde un escritorio sin tomar en cuenta la dinámica y la lógica que tienen los estados nacionales para tomar medidas, sostenerlas, pues un cambio de gobierno  puede generar continuidad o retroceso, y eso ha pasado en todos los gobiernos, incluido en México. Entonces esas metas son un espejismo.

-¿Y el factor económico, por ejemplo la industria farmaceútica,  qué tanto ha influido para que la pandemia del VIH camine lento en cuanto a su resolución?

Desde mi perspectiva -no tengo cómo comprobar-, pero sí mucha información para conjeturar lo siguiente: la cura ya existe (…) Pero no se libera porque venderle a los gobiernos medicamentos tan caros para que los pacientes los tomen de por vida es uno de los más perversos negocios de la globalización. 

Hace rato hablábamos del uso de antirretrovirales como medida profiláctica ¿No quieren tener VIH y no quieres usar condón? Toma ARVs y que el Estado te los pague. ¡Qué buen negocio! La única esperanza que tengo depositada es que aparezca una vacuna. En México la Clínica Condesa está participando en la tercera fase de una vacuna para VIH, no sabemos qué va a pasar, pero si esta vacuna es efectiva, la que conocemos con el nombre de “Mosaico”, entonces el uso de antirretrovirales como medida profiláctica ya no será necesario y creo que sería el punto de quiebre para que los laboratorios pensaran nuevamente si ya liberan un medicamento que sea definitivo para destruir el virus en la sangre.

Nota: Esta entrevista fue editada por cuestiones de espacio, seleccionando las partes que se consideraron de más interés para el lector.

¿Quién es Luis Manuel Arellano Delgado?

Periodista y comunicólogo. Ha sido servidor público, analista político y colaborador en medios escritos, digitales, radio y televisión. Su desempeño laboral incluye el trabajo comunitario en distintas organizaciones civiles. 

De 2001 a 2008 fungió como enlace del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (CENSIDA) con las organizaciones no-gubernamentales, y entre otras actividades coordinó la línea Telsida. Ha participado en diversos foros y ha capacitado en materia de prevención del VIH/Sida, diversidad sexual, discriminación y derechos humanos. 

Desde 2013 es coordinador comunitario en el programa de VIH/Sida de la Ciudad de México (Clínica Condesa). Cuenta con varios artículos y ensayos publicados. 

De 2008 a 2013 fue director de información y contenidos en CadenaTres. Desde hace siete años escribe el blog “El lado oscuro” en Excélsior. Lo puedes seguir en Twitter: @LuisManuelArell

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