Por: Claudia Hernández Esquivel*
El desarrollo de erupciones en la piel es un síntoma físico con recurrencia cada vez más frecuente del estrés que experimentan las personas en su rutina diaria de trabajo, un padecimiento acentuado desde hace más de dos años obligando incluso al confinamiento social que agravó la preocupación al cambiar radicalmente el estilo de vida de las colectividades en el mundo.
Una problemática también de salud, la erupción de la piel, asociado al estrés pronunciado por la precaria economía con menor capacidad adquisitiva que complica la disponibilidad de los satisfactores de bienestar en el hogar, principalmente la alimentación.
Además, la generalidad enfrentan el duelo de haber perdido a un integrante de su entorno familiar, directa o indirectamente, sumado al social privado, como consecuencia de la irrupción por el covid 19 desde el 27 de diciembre de 2019, desencadenando este tipo de padecimientos asociados a la psicología social, impactando particularmente a México como las demás naciones emergentes y las marcadamente rezagadas.
El estrés constante, asimilado a un carácter crónico en la vida del colectivo social, puede trascender a condiciones multifactoriales adversas secundarias de muchos efectos. Aisladas son las incidencias leves que poco o nada afectan a los individuos.
Aunque el estrés emocional por lo general se le considera sólo psicológico, con frecuencia se manifiesta también con enfermedades físicas, perturbando a diferentes tejidos y órganos del cuerpo humano que desarrolla un perfil oxidativo, que causa deterioro a las células y el sistema linfático, reduciendo o bajando las defensas.
La piel es de las más afectadas en padecimientos principalmente de acné, vitíligo, rosácea, ictiosis, eczema, psoriasis, entre otras. Algunas de las causas más frecuentes de las erupciones cutáneas por estrés, también pueden diagnosticarse, tratarse y/o prevenir, como urticaria, dermatitis, y seborreica.
El estrés en las personas se manifiesta en comportamientos como la dificultad para dormir, el aumento en el consumo de alcohol y drogas además de cigarros, enfadarse fácilmente, la depresión, así como tener poca energía.
Acudir a un médico general o un especialista en neurología y dermatología es fundamental para abatir y controlar los niveles de estrés que entre sus consecuencias afectan a la piel, a partir de los diversos padecimientos.
*Dermocosmiatra en Dermoclinich, especialista en salud y belleza graduada por la UNAM