Por: Brisa Granados
Nadie dijo que encontrar a nuestra media naranja sería sencillo y puede parecer contradictorio, pues no es sólo cuestión de gusto sino de instinto. Y claro que debido a ello nos podemos llenar de confusión cuando estamos en busca del amor.
En 1995 el investigador suizo Claus Wedekind realizó un estudio conocido como el Sweaty T-Shirt Experiment (experimento de la camiseta sudada), gracias al cual ahora sabemos que solemos sentir atracción por las personas con una composición genética muy diferente a la nuestra.
La investigación se realizó entregando una playera de algodón a 50 hombres, ellos durmieron con la prenda durante dos días seguidos sin bañarse ni usar ningún tipo de desodorante o perfume. Dichas camisetas fueron mostradas a 50 mujeres, a quienes se les pidió que las olieran y definieran por cuáles sentían mayor atracción.
Se concretó que las mujeres sintieron más fascinación por las playeras de los hombres cuya carga genética era diferente al de ellas.
Ese experimento fue tan sólo la secuela de una práctica que, hasta la fecha, sigue uniendo parejitas: las fiestas de feromonas, un emprendimiento que surgió en 2010 liderado por Judith Prays en Brooklyn.
Los invitados duermen con una camiseta durante tres noches, deben llevarlas en una bolsa con cierre a la fiesta. A cada bolsa se le asigna un número y solo el invitado sabe cuál es el de su camiseta. Las bolsas se colocan sobre una mesa y los invitados huelen las bolsas para finalmente elegir el olor que más les atrae.
Resulta sorprendente que las parejas que se forman son físicamente muy diferentes entre sí. Como podrás darte cuenta no hay nada más lejano que la idea romántica que el amor de nuestra vida aparece por casualidad.
La compatibilidad genética no lo es todo
Y si creías que la apariencia es lo único que importa, pues no; también debes cuidar que la persona que elijas comparta tus gustos, ideales, creencias y metas similares. Así lo confirma un estudio de investigadores de la Universidad de Wellesley en Massachusetts y la Universidad de Kansas (EE.UU.), el cual reveló que las parejas que son más afines (en personalidad) sobreviven a largo plazo.
Para determinar esto se reclutó a 1,523 parejas y se les hizo una encuesta sobre sus rasgos de personalidad, actitudes, valores, entre otros. Con dichos datos los investigadores calcularon el porcentaje de similitud entre ellos y descubrieron que era del 86 por ciento.
Así que, aunque parezca una misión imposible, puedes encontrar a tu pareja ideal en aquella persona que no se te asemeja físicamente pero que sí tiene carácter e ideales parecidos a los tuyos, ¡ahí está la clave!