Las excelentes finanzas personales son señal de una buena cultura financiera y debe ser una actitud integral.
Puedes iniciar por tus hábitos alimenticios, el ejercicio, la lectura, entre otros. Reflexionar sobre estos aspectos y sobre cómo afectan al bolsillo, te sorprenderá. Sobretodo, al percatarse del impacto de los malos hábitos.
Nuestras finanzas son las herramientas que nos permiten alcanzar los objetivos personales. Es sencillo de decir y laboriosos de lograr, pues implica diseñar estrategias que incluyan contemplar los factores de riesgo y los pasos a seguir.
Es por ello que los malos hábitos dificultan el camino hacia los objetivos. A continuación, revisaremos algunos malos hábitos para que los reconozcas y los evites o corrijas.
1. Pensar en sueños sin trazar metas
El primer mal hábito es confundir los sueños con las metas. Pues para soñar no se requiere mucho esfuerzo, pero las metas implican que sean concretas, que tracemos objetivos en el tiempo y que diseñemos estrategias detalladas y realistas que nos permitan cumplirlas.
La mayoría de los especialistas señalan esto como el primer mal hábito, pues es fácil salirse del camino de la salud financiera si no se tienen claros las restricciones que implica tener una meta u objetivo en concreto y tus decisiones financieras estarán sujetas a ello.
2. No llevar un control de gastos
Si no sabes en qué gastas, no puedes saber si puedes optimizar tu dinero para que te rinda más o destinar un buen porcentaje al ahorro y a las inversiones.
La tecnología te puede ayudar pues existen aplicaciones para llevar un mejor control de tus gastos.
3. Compras compulsivamente y pagas a crédito sin conciencia
Desafortunadamente es un hábito difícil de combatir pues es uno que se extiende fácilmente en muchas áreas de nuestra vida. Identifica cuáles son los gastos de los que puedes prescindir pues no son de primera necesidad en tu vida diaria.
En ese sentido, los gastos hormiga, aquellas compras que satisfacen un deseo inmediato y efímero, deben ser erradicados. Elabora un presupuesto mensual y trata de no salirte de él.
Utiliza tu tarjeta de crédito sólo para los gastos que valgan la pena y trata de liquidar tus deudas antes de adquirir nuevas. Nunca uses tu tarjeta como dinero extra, pues es un instrumento de financiamiento que incluye un precio por usarla (los intereses).
4. No ahorras ni inviertes
El costo de la vida es muy alto actualmente, pero ahorrar o invertir no es un lujo, son acciones de primera necesidad. Ambas decisiones requieren de compromisos en el largo plazo, pero lo cierto es que son muy redituables con el tiempo.
5. Vives más allá de tus posibilidades
No vivir dentro de tus posibilidades implica un engaño a nosotros mismos. Lo malo es que nunca te alcanzará, pagarás tarde y gastarás de más en intereses, siempre llegarás a las quincenas con la cuenta de banco en ceros, te costará trabajo cumplir con tus gastos, vivirás al día y no podrás ahorrar o invertir.
Todos tenemos o hemos tenido alguna vez uno o más de estos hábitos poco saludables para nuestras finanzas, por lo que no queremos que te sientas señalado; pero reconocerlo y tratar de corregirlo nos da seguridad para nuestro día a día.
Revisa tus gastos hormiga, comienza a llevar un control de gastos y revisa si estás gastando sólo lo que puedes pagar o vas más allá.
Una vez que hayas comenzado con estos sencillos pasos, piensa en el ahorro y en que poco a poco lograrás finanzas sanas.