diciembre 7, 2024

“Camina en las nubes” con pies sanos

Para evitar problemas en tu paso a paso, es importante que evalúes los cambios que pueden presentarse en las extremidades que soportan  tu cuerpo

Una persona promedio hace aproximadamente 10 mil pasos por día, lo cual se puede sumar en más de 3 millones de pasos por año. Cada paso puede poner dos a tres veces la fuerza de su peso corporal sobre sus pies.

Con el tiempo, este importante uso repetitivo lleva a varios cambios normales asociados con el envejecimiento:

El pie se hace más ancho y largo.

Hay un suave asentamiento del arco, lo cual se ve como un aplanamiento del pie.

La almohadilla de grasa en la parte inferior del talón disminuye, causando la pérdida del relleno natural y el amortiguador para el paso.

El pie y el tobillo pierden un poco de su rango normal de movimientos y se vuelven más rígidos.

Podría presentarse cierta pérdida del equilibrio al caminar.

Podrían ocurrir algunos cambios en el pie que sean anormales o patológicos.

Elige el zapato adecuado 

Las molestias para los pies tienden a ocurrir en asociación con el uso prolongado de zapatos inapropiados y sus consecuencias se presentan en la década de los cuarenta, cincuenta y sesenta años.

Estos problemas no ocurren de forma natural y muchos de ellos se pueden prevenir o alterar su progreso modificando los zapatos que se usan.

Estos problemas incluyen:

  • Juanetes (la formación de una gran protuberancia en el dedo gordo, el cual comienza a desviarse hacia los dedos más pequeños).
  • Dedos en martillo (los dedos del pie se doblan hacia abajo).
  • Dedos en garra (los dedos del pie se doblan hacia abajo de una forma más severa).
  • Juanetes pequeños (la formación de una gran protuberancia en el dedo pequeño, el cual comienza a desviarse hacia el dedo gordo). Callos o callosidades, los cuales ocurren en los dedos del pie o en el pie debido a mucha presión sobre las áreas óseas.
  • Dedos en martillo (los dedos del pie se doblan hacia abajo).
  • Dedos en garra (los dedos del pie se doblan hacia abajo de una forma más severa).
  • Juanetes pequeños (la formación de una gran protuberancia en el dedo pequeño, el cual comienza a desviarse hacia el dedo gordo). Callos o callosidades, los cuales ocurren en los dedos del pie o en el pie debido a mucha presión sobre las áreas óseas.
  • Neuroma de Morton (“nervio pinchado” entre los dedos del pie).
  • Artritis de las articulaciones.

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